23-07-2012
Antes que amanciera en Miami me lancé a buscar el autobús hacia el aeropuerto, pasando antes por el memorial al Holocausto Judío.
Bosque metálico.
Y así con el nuevo día me dispuse a coger ya mi cuarto y último vuelo en los cuatro días de ésta aproximación tan recalcitrante, pues en unas horas, por fin, esperaba estar ya montado sobre la moto. El rumbo era ahora hacia el Sur.
Aterrizó el aparato sin
novedad y lo hizo en plena Centroamérica, en concreto en Guatemala City,
capital de Guatemala. Aparecí ya en el Centro un par de transportes públicos
y caminatas después (en mis viajes de mochilero, excepto urgencias, coger un taxi está
auto-prohibido por caro (casi siempre voy sólo), por no tener ningún mérito ni
dificultad, y por perderse la verdadera esencia del país visitado que empieza
con la aventura de coger el autobús o transporte adecuado, de pagar
correctamente, de calcular a ojo cuando y donde uno ha de bajarse y cuando no,
y en definitiva de sobrevivir al pestazo a sobaco del que va agarrado a la
barra superior ante ti, o a la gallina viva que se le ha escapado a la abuela
en su busca desesperada de libertad horas antes de que le retuerzan el pescuezo
y pase a formar parte de la cena).
La gestión fue bastante rápida en
el concesionario Honda donde me esperaba una compañera desconocida y aburrida,
la pobre, porque las circunstancias hicieron que su dueña la tuviera que dejar
allí unos meses tras una prometedora primera etapa de la Vuelta al Mundo en
grupo, empezada en Buenos Aires. Se trata de la Honda Transalp 700 de la
compañera motera y viajera Eva a quien por diversas circunstancias finalmente no
le iba demasiado bien poder completar el proyecto "Transalp Word Tour". El día que me lo contó la
conversación duró menos de 2 minutos:
“- Oye, que tengo la moto en Guatemala y ando buscando a quien me la suba hacia el Norte.
– Pues ya lo has encontrado ¿cuándo voy y donde te la dejo?
– ¿En serio? Que me haces un favor.
– No, el favor me lo haces tú a mí que tengo el viaje a América previsto y pendiente de cómo transportar o comprar allí una moto.
– OK, pues cuenta con ello.
– OK, pues con ello cuento.”
“- Oye, que tengo la moto en Guatemala y ando buscando a quien me la suba hacia el Norte.
– Pues ya lo has encontrado ¿cuándo voy y donde te la dejo?
– ¿En serio? Que me haces un favor.
– No, el favor me lo haces tú a mí que tengo el viaje a América previsto y pendiente de cómo transportar o comprar allí una moto.
– OK, pues cuenta con ello.
– OK, pues con ello cuento.”
En resumen, que me casé
con ésta moto por poderes y sin haber tenido antes sexo, ni siquiera había montado
sobre ninguna… pero esperaba que entre ella y yo todo fuera como la seda
siempre que ambos supiéramos aguantar el chaparrón diario que significa cruzar
Centroamérica en época de lluvias…
Con algunas dificultades para aprisionar mi equipaje en las maletas del bicho (esencialmente la bolsa y la mochila), y tras instalarle mi GPS, en ese preciso momento empezó mi ruta y con
ella mí nuevo desafío.
Hay que agradecer aquí y ahora a los encargados y mecánicos de Honda Powerhouse Guatemala, que se desvivieron en atenciones y facilidades antes y después, en especial al ya amigo Jose María de las Carreras.
En definitiva, que me siento en la moto y empiezo a circular por el caos de Guatemala City para comenzar el turisteo.
Vamos allá.....
GUATEMALA I:
CIUDAD DE GUATEMALA - CIUDAD VIEJA - ANTIGUA GUATEMALA : 79 kms
Guatecity, como es conocida, es en realidad Nueva Guatemala de la Asunción y está amenazada por una maldición telúrica que alcanza a todas las capitales guatemaltecas como hoy veremos.
Llegó a su capitalidad a fuerza de terremotos ya que primero lo fueron Ciudad Vieja y luego Antigua y cuando se pensó en Quetzaltenango como capital, también fué devastada. O sea que le tocó casi a regañadientes y pagó la maldición con un terremoto en el año 1917 que destruyó media ciudad y con ella sus vestigios coloniales, por tanto lo que hay que ver hoy en día tiene un interés relativo.
La Torre del Reformador, una especie de copia de la Tour Eiffel pero a media escala.
El Monumento a los Héroes Guatemaltecos.
La curiosa Iglesia Yurrita.
En el Centro Cívico están los edificios institucionales: Ayuntamiento o Municipalidad.
Hay que agradecer aquí y ahora a los encargados y mecánicos de Honda Powerhouse Guatemala, que se desvivieron en atenciones y facilidades antes y después, en especial al ya amigo Jose María de las Carreras.
En definitiva, que me siento en la moto y empiezo a circular por el caos de Guatemala City para comenzar el turisteo.
Vamos allá.....
GUATEMALA I:
CIUDAD DE GUATEMALA - CIUDAD VIEJA - ANTIGUA GUATEMALA : 79 kms
Guatecity, como es conocida, es en realidad Nueva Guatemala de la Asunción y está amenazada por una maldición telúrica que alcanza a todas las capitales guatemaltecas como hoy veremos.
Llegó a su capitalidad a fuerza de terremotos ya que primero lo fueron Ciudad Vieja y luego Antigua y cuando se pensó en Quetzaltenango como capital, también fué devastada. O sea que le tocó casi a regañadientes y pagó la maldición con un terremoto en el año 1917 que destruyó media ciudad y con ella sus vestigios coloniales, por tanto lo que hay que ver hoy en día tiene un interés relativo.
La Torre del Reformador, una especie de copia de la Tour Eiffel pero a media escala.
El Monumento a los Héroes Guatemaltecos.
La curiosa Iglesia Yurrita.
En el Centro Cívico están los edificios institucionales: Ayuntamiento o Municipalidad.
Y destacan los relieves del banco de los trabajadores (creo, ¿o era el Ministerio de Turismo?).
Y justo aquí, cuando llevaba tres horas en Centroamérica y media sobre la moto ya me cayó el primer aguacero intentando llegar a la Plaza Mayor o de Armas, donde está ubicada la llama por la Paz desde que se firmó el armisticio entre el gobierno y la guerrilla, justo al pie del monumento a los Héroes de la Paz con la bandera.
La Plaza Mayor.
El Palacio Nacional.
La Catedral.
La lluvia no fue a más y me lancé a la carretera hasta llegar a Ciudad Vieja, la que fuera primera capital guatemalteca (en realidad era la Capitanía General de Guatemala que tenía un territorio mucho más amplio en América Central que lo que es ahora Guatemala), y que fue destruida casi al tiempo de ser estrenada la ciudad por una erupción de lava y barro del volcán Agua, que está justo detrás. Se cuenta que Doña Beatriz de la Cueva ("la sinventura") a la muerte de su esposo Pedro de Alvarado ordenó pintar las casas de la plaza con pintura negra en señal de duelo... Como decíamos varios terremotos acabaron con ella.
Solo llegar a Ciudad Vieja, un nuevo aguacero -pero ésta vez de los fuertes- me volvió a detener, especialmente en las calles empinadas que bajaban como ríos...
Pero al cabo de un rato todo volvió a la normalidad. "En Ciudad Vieja somos claro"
Ese que está ahí arriba amenazante es el Volcán Agua que ya se cargó la ciudad varias veces, esperemos que hoy esté tranquilito....
La antigua Catedral, fundada por Pedro de Alvarado.
Desde la Plaza Mayor se tiene también muy presente al Volcán Agua.
Y ya sin más dilación me dirijo hacia Antigua Guatemala, una de las joyas coloniales de Centroamérica, en el Departamento de Sacatepéquez (no se exactamente porqué, pero es decir el nombre y me da la risa tonta...).
Lo primero a destacar son las calles empedradas a mala leche. Muy pintoresco, eso sí, pero un coñazo del quince para ir en moto...
La ciudad en realidad se llama "La muy noble y leal ciudad de Santiago de los Caballeros de Goathemala", y está a unos 1.500 m de altura, que ya empieza a ser arriba...
Destacan los portales de la Plaza Mayor, donde la caza del turista es el deporte local...
La Plaza y su fuente, luego os hablo de ella...
El Ayuntamiento, si no recuerdo mal.
La catedral de Antigua Guatemala.
El Palacio de los Capitanes Generales con el Escudo de Carlos III. Desde aquí se llegó a gobernar casi toda América Central.
Y el famosísimo Arco de Santa Catalina, el icono de Antigua, enmarcando al volcán Agua. La moto debajo, faltaría plus...
Iglesia de la Merced, con una bonita fachada barroca en color pastel.
Detalle.
El Arco de Santa Catalina otra vez, pero ahora es el Volcán Agua en que da la medida real de su grandeza...
La figura de la muerte, una referencia en toda América Central y del Sur.
Vendedoras callejeras de colores vivos.
El Mercado de Antigua. El de los locales, desorganizado, caótico y divertido (te mete por unas callejuelas interiores como un zoco árabe y la gente no habla castellano sino lenguas indígenas).
Y el de artesanías, muy organizado, limpio y realmente recomendable para los turistas.
Hay que pillarlas a traición porque al nativo no le gusta que "le robes el alma..."
Después de buscar sitio pa planchar la oreja en un hostal local (Jungle Hostel creo recordar), salí a dar la vuelta de noche por la ciudad.
Y vuelvo a la plaza y a la fuente de las Sirenas o de las Chichiguas. Los chorros de agua salen (cuando funcionan, que no es el caso...), de los pechos de las sirenas que se los estrujan con las manos.
La leyenda dice que son las 3 hijas de un rey que se negaron a amamantar a sus hijos, y en castigo su padre las amarró cerca de un manantial hasta que murieran de hambre y sed...
La Catedral iluminada.
Pues eso, que el Ayuntamiento se mantene airoso desafiando las iras de las conmociones terrestres... jajaja.
El Arco de Santa Catalina ahora de noche.
Y el interior "de guays, chill out" de mi hostal.
Y así acabó este primer día: exactamente con la mitad de mis bártulos y ropa mojados porque con las prisas los metí de cualquier manera en las maletas y no son del todo estancas si las llenas demasiado cuando el agua arrecia de verdad. La primera en la frente... ¡toma ya aventura con los gallumbos mojados!
.
Y justo aquí, cuando llevaba tres horas en Centroamérica y media sobre la moto ya me cayó el primer aguacero intentando llegar a la Plaza Mayor o de Armas, donde está ubicada la llama por la Paz desde que se firmó el armisticio entre el gobierno y la guerrilla, justo al pie del monumento a los Héroes de la Paz con la bandera.
La Plaza Mayor.
El Palacio Nacional.
La Catedral.
La lluvia no fue a más y me lancé a la carretera hasta llegar a Ciudad Vieja, la que fuera primera capital guatemalteca (en realidad era la Capitanía General de Guatemala que tenía un territorio mucho más amplio en América Central que lo que es ahora Guatemala), y que fue destruida casi al tiempo de ser estrenada la ciudad por una erupción de lava y barro del volcán Agua, que está justo detrás. Se cuenta que Doña Beatriz de la Cueva ("la sinventura") a la muerte de su esposo Pedro de Alvarado ordenó pintar las casas de la plaza con pintura negra en señal de duelo... Como decíamos varios terremotos acabaron con ella.
Solo llegar a Ciudad Vieja, un nuevo aguacero -pero ésta vez de los fuertes- me volvió a detener, especialmente en las calles empinadas que bajaban como ríos...
Pero al cabo de un rato todo volvió a la normalidad. "En Ciudad Vieja somos claro"
Ese que está ahí arriba amenazante es el Volcán Agua que ya se cargó la ciudad varias veces, esperemos que hoy esté tranquilito....
La antigua Catedral, fundada por Pedro de Alvarado.
Desde la Plaza Mayor se tiene también muy presente al Volcán Agua.
Lo primero a destacar son las calles empedradas a mala leche. Muy pintoresco, eso sí, pero un coñazo del quince para ir en moto...
La ciudad en realidad se llama "La muy noble y leal ciudad de Santiago de los Caballeros de Goathemala", y está a unos 1.500 m de altura, que ya empieza a ser arriba...
Destacan los portales de la Plaza Mayor, donde la caza del turista es el deporte local...
La Plaza y su fuente, luego os hablo de ella...
El Ayuntamiento, si no recuerdo mal.
La catedral de Antigua Guatemala.
El Palacio de los Capitanes Generales con el Escudo de Carlos III. Desde aquí se llegó a gobernar casi toda América Central.
Y el famosísimo Arco de Santa Catalina, el icono de Antigua, enmarcando al volcán Agua. La moto debajo, faltaría plus...
Iglesia de la Merced, con una bonita fachada barroca en color pastel.
Detalle.
El Arco de Santa Catalina otra vez, pero ahora es el Volcán Agua en que da la medida real de su grandeza...
La figura de la muerte, una referencia en toda América Central y del Sur.
Vendedoras callejeras de colores vivos.
El Mercado de Antigua. El de los locales, desorganizado, caótico y divertido (te mete por unas callejuelas interiores como un zoco árabe y la gente no habla castellano sino lenguas indígenas).
Y el de artesanías, muy organizado, limpio y realmente recomendable para los turistas.
Después de buscar sitio pa planchar la oreja en un hostal local (Jungle Hostel creo recordar), salí a dar la vuelta de noche por la ciudad.
Y vuelvo a la plaza y a la fuente de las Sirenas o de las Chichiguas. Los chorros de agua salen (cuando funcionan, que no es el caso...), de los pechos de las sirenas que se los estrujan con las manos.
La leyenda dice que son las 3 hijas de un rey que se negaron a amamantar a sus hijos, y en castigo su padre las amarró cerca de un manantial hasta que murieran de hambre y sed...
La Catedral iluminada.
Pues eso, que el Ayuntamiento se mantene airoso desafiando las iras de las conmociones terrestres... jajaja.
El Arco de Santa Catalina ahora de noche.
Y el interior "de guays, chill out" de mi hostal.
Y así acabó este primer día: exactamente con la mitad de mis bártulos y ropa mojados porque con las prisas los metí de cualquier manera en las maletas y no son del todo estancas si las llenas demasiado cuando el agua arrecia de verdad. La primera en la frente... ¡toma ya aventura con los gallumbos mojados!
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Osti tu! Vaya forma de conseguir transporte en las Américas!!!
ResponderEliminarTodo mojado, pero conociéndote seguro que llevas pinzas de tender jejeje... ;)
Un abrazo.
M'estàs inspirant
ResponderEliminarEm costarás un divorci.
Ets el putocrack ¡¡
Y la Trans ??
Com l'has trobat?
¡Bah! Tenías que haberte callado el como conseguiste la moto.
ResponderEliminar¡Que desilusión! Esto no es un cucodesafío ... es ir a hacer un mandado!!!
jajaja.
Suerte maestro!
De hecho la figura de la muerte no se ve aquí en suramerica
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