19-07-2012
Un Descubrimiento, en cambio, debiera de ser simplemente la revelación de algo que se mantenía oculto o al menos que se desconocía desde el punto de vista propio, claro está, porque para los pueblos y civilizaciones que llevaban miles de años viviendo allí (en algunos sentidos tanto o más avanzadas que las nuestras) desde luego que aquella tierra era de todo menos desconocida.
La historia la escriben los vencedores, eso ya lo sabemos, pero a veces uno quisiera creer que la distancia que permite el paso del tiempo debería de facilitar al menos una perspectiva menos subjetiva y más ecuánime con la realidad más evidente.
El Continente después llamado Americano llevaba varios miles de años poblado por diversas culturas cuando en 1492 una carabela proveniente del Este desembarcó en una isla caribeña (hoy en la actual Bahamas). Miles de años atrás, por ejemplo, otros ancestros habían atravesado el Estrecho de Bering (Rusia-Alaska), o incluso no demasiado antes el famoso y temido vikingo Erik el Rojo había desembarcado en las costas de Terranova (Canadá). Ello no obstante, orgullosos como somos y amantes de adorar nuestro propio ombligo, desde ésta parte europea del mundo nos investimos con la capacidad y el derecho no sólo de mostrar como alternativa sino incluso de imponer, para someter y mimetizar, nuestros propios valores, creencias, cultura, y también miserias, codicias y enfermedades.
Una Colonización implica, por definición, agredir modificando la situación anterior, y aquella Colonización además basada en el interés económico y espiritual implica todavía una agresión mayor, y en ello descansa gran parte de la palabra Conquista.
Una Colonización implica, por definición, agredir modificando la situación anterior, y aquella Colonización además basada en el interés económico y espiritual implica todavía una agresión mayor, y en ello descansa gran parte de la palabra Conquista.
Un Descubrimiento, en cambio, debiera de ser simplemente la revelación de algo que se mantenía oculto o al menos que se desconocía desde el punto de vista propio, claro está, porque para los pueblos y civilizaciones que llevaban miles de años viviendo allí (en algunos sentidos tanto o más avanzadas que las nuestras) desde luego que aquella tierra era de todo menos desconocida.
Que aquello se tratara de un error, de una casualidad, ya describe en parte la sinrazón posterior que devino. Buscaba Colón en realidad un nuevo paso por el Oeste hacia las Indias (para el negocio del comercio de especias) y así, Indias Occidentales, fueron pues bautizados los territorios que se iban encontrando a su paso y Indios fueron llamados (todavía hoy inexplicablemente) sus habitantes indígenas que allí vivían tan tranquilos ajenos a la que se les venía encima…
“Mundus Novus” por fin fue definida aquella tierra al cabo de bastantes años por Américo Vespucio, quien cayó en la cuenta de que de Indias no tenía nada (aunque ese nombre siguió usándose por cientos de años). Fue un simple cartógrafo alemán (Martín Waldseemüller) quien, poniendo las cosas en orden como si fuera la misma Merkel (ya en esa época…), se marcó un bonito Mapamundi y bautizó aquella tierra como América (es decir la tierra de Américo) en femenino, al igual que Europa, Asia o África. No me consta que nadie preguntara opinión al respecto del nombre a los cientos de miles de personas que vivían allí o a sus antepasados…
Detalle Ampliado:
En definitiva, que dejando de lado el horroroso genocidio humanitario que significó tal “descubrimiento” por un lado, y también por otro el innegable avance tecnológico, cultural y poblacional que trajo consigo, al menos podremos estar de acuerdo en que efectivamente era un “Nuevo Mundo”, ya sea desde el punto de vista occidental porque descubrimos algo para nosotros desconocido, o bien desde el punto de vista de sus legítimos habitantes, porque después de aquél momento su mundo inevitablemente dejaría de ser el que era para pasar a ser realmente diferente, y por tanto nuevo.
Detalle Ampliado:
En definitiva, que dejando de lado el horroroso genocidio humanitario que significó tal “descubrimiento” por un lado, y también por otro el innegable avance tecnológico, cultural y poblacional que trajo consigo, al menos podremos estar de acuerdo en que efectivamente era un “Nuevo Mundo”, ya sea desde el punto de vista occidental porque descubrimos algo para nosotros desconocido, o bien desde el punto de vista de sus legítimos habitantes, porque después de aquél momento su mundo inevitablemente dejaría de ser el que era para pasar a ser realmente diferente, y por tanto nuevo.
En fin, y como siempre, que si hay que ir… se va. Pues allá que voy, rumbo al Nuevo Mundo.
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Jo tío. Parece que eres Evo Morales o Chaves en esos comentarios. Vale que hayamos hecho pupa a los que hubieran allí, pero que conste que las muertes de tanto indigena fueron motivadas por tantas porquerias en forma de virus que llevabamos y no por esa esclavitud que prohibió Isabel I de España. Se habló de catolizar esa "región" y se hizo con algunas bajas, pero no llegaron al 1% de la población. Otra cosa es la "conquista" de America del norte( Cabeza de Vaca estuvo ahí antes) donde los ingleses arrasaron con todos los nativos, no como los gilipollas españoles que se juntaron con los nativos formando una raza tan especial que gana todos los concursos de miss Universo.
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