17-08-2012
SHAMROCK - AMARILLO - SANTA FE - ALBUQUERQUE - GALLUP (941 km)
SHAMROCK - AMARILLO - SANTA FE - ALBUQUERQUE - GALLUP (941 km)
Shamrock es un pueblo pequeño a pie de la Ruta 66 que en su día estaba lleno de vida hasta que se construyó la Interestatal 40 por fuera. Aquí nos pasa igual, está claro que cuando viajamos no queremos pararnos en cada una de las aldeas del camino porque la circulación por las variantes hace la ruta mucho más rápida, pero a cambio estamos perdiendo tanto la vida de esos sitios como nuestro propio conocimiento de ellos. Las generaciones actuales seguro que no conocen ya casi los pueblos cercanos en un radio de 50 km porque la carretera principal ya no pasa por allí. Eso sí, ahora llegamos a la playa o a las pistas de esquí en la mitad del tiempo...
Esta problemática es la que basaba la película "Cars" de la Pixar/Disney, cuyo nombre original precisamente era "Ruta 66" y para la cual los diseñadores de la Pixar estuvieron viajando por toda la 66 para coger ideas sobre sitios y personas (algunos de los coches se basan en personajes reales de la ruta). Sin ir más lejos, ésta gasolinera Art Decó de Shamrock hoy día restaurada (aunque los surtidores ya no funcionan) inspiró uno de los edificios de la película.
Concretamente éste, la tienda de tatuajes de Ramones (foto web).
Vamos que nos vamos...
Dispuesto de nuevo a hacer todos los tramos (por pequeños que fueran) de la histórica Ruta 66 a mi paso, en muchos momentos estaba totalmente solo. Nadie por delante...
Y nadie por detrás...
Llegando a AMARILLO encuentro un Motel típico y a muy buen precio. En otra ocasión paro aquí seguro. Tomad nota que 26 dólares/persona (plus tax, es decir más impuestos) es un chollo en USA.
Y ya saliendo de Amarillo encuentro finalmente lo que andaba buscando: el famosísimo CADILLACH RANCH, uno de los símbolos más potentes de la Ruta 66.
Son 10 Cadillacs plantados en la tierra de morro que en su día fueran una expresión del llamado Pop Art. Como es una obra abierta a la participación, hoy día todo el mundo viene con su bote de pintura y personaliza el tramo que quiere coloreando o bien con el típico "Manolo estuvo aquí" o alguna reflexión poética más profunda. Lo malo es que nadie se acuerda de llevarse otra vez los botes de pintura gastados a su casa...
"El mindundi estuvo aquí"... jajaja
¿Recordáis lo que os decía hace un momento de la Ruta 66 y la película "Cars"? Pues ahora fijaos bien en las montañas al fondo de "Radiator Springs"... curioso ¿no? (foto web).
Sigo enlazando los tramos de la 66 en cada pueblucho.
Pero...¡sorpresa!, alguno de ellos acaba en una pista. O sea que si alguien os asegura que ha hecho la 66 entera, decidle que si no ha hecho ninguna pista no es verdad...jajaja.
Y dejamos definitivamente Texas para llegar a "la tierra del encanto", una curiosa mezcla de nativos, hispanos y angloamericanos:
NEW MEXICO STATE (11)
Por la I-40 me encuentro a un grupo de unos 15 moteros.
Y por un rato me uno a ellos...
Steppenwolf...
"Born to be wild"...
Pero como la mayoría de las veces en el próximo desvío hacia la 66 auténtica me vuelvo a quedar yo sólo. Tampoco es de extrañar y es muy comprensible, ya que muchos de los tramos no ofrecen nada especial y en cambio te hacen perder mucho tiempo.
En la ruta hay muchísimos moteles, restaurantes, tiendas, negocios de automoción etc. que añaden el logo o el nombre de la Ruta 66, ya que ésta ha pasado a ser hoy día un clarísimo reclamo comercial gracias al cual algunos de los pueblos todavía sobreviven atrayendo a los nostálgicos.
Y ahora soy yo el que me voy a desviar un poco de la ruta normal que suele ser de Amarillo a Albuquerque, para acercarme antes hasta la capital del estado: SANTA FE, una de las pocas ciudades americanas "con encanto", como decía aquel cartel de entrada a Nuevo México.
Lo que destaca especialmente en Santa Fe es la mezcla de arquitectura nativa índia y colonial española.
La Catedral de San Francisco de Asís.
En el exterior sorprende la estatua (que parece la Pocahontas de la Disney...) de Kateri Tekakwitha, la primera nativa norteamericana en ser promovida a santa.
Las edificaciones de adobe son realmente peculiares.
Podemos ver que la Ruta 66 original anterior a 1937 sí que pasaba por Santa Fe como yo he hecho. Esta es una historia curiosa: La 66 se construyó siguiendo los pasos del Old Santa Fe Trail, la ruta de las caravanas en la conquista del Oeste primero, y de la carrera californiana de la fiebre del oro después, aprovechando así la 66 pues el trazado hacia la capital Santa Fe como hizo también el ferrocarril. Pero un governador de Nuevo México perdió las eleciones por culpa de los votos de Santa Fe y se cabreó cosa mala con la población y los políticos de aquí y decidió putearlos, de manera que en el poco tiempo que tenía desde las elecciones hasta la toma de posesión del nuevo gobernador decidió construir un nuevo tramo de la 66 de Santa Rosa a Albuquerque que se saltara el rodeo que había que dar para pasar por Santa Fe. Y así lo hizo, construyendo el nuevo tramo a las bravas y en invierno sin ni siquiera haber expropiado las tierras por donde pasó la nueva carretera. Para la economía y la importancia de Santa Fe fue un desastre y el gobernador así se vengó, pero para la belleza de la ciudad fue una suerte porque así ha mantenido su Centro Histórico único, muy diferente al resto de ciudades que al paso de las Interestatales y sus múltiples accesos han perdido su encanto si es que nunca lo tuvieron.
Al lado de la Capilla de Loreto hay montado un mercadillo agradable.
La propia capilla con la imagen de la Virgen María en lo más alto. A la derecha asoma parte del curioso Hotel Loreto, también de adobe.
Dentro de la capilla está una escalera de madera "milagrosa" que se sostiene sin soporte central y realizada sin clavos ni pegamento y con una curiosa leyenda según la cual las religiosas de la capilla rezaron durante días para conseguir una escalera, hasta que se presentó un carpintero (se supone que el mismo San José) que sin querer cobrar nada les construyó sin ayuda ninguna la escalera de 33 escalones (la edad de Jesús...) y se marchó tan misteriosamente como había venido...
Colorido indio-mexicano. Hasta Santa Fe llegaba el legendario Camino Real Mexicano.
En la Plaza Central, el obelisco a los veteranos de guerra.
Y sobretodo el Palacio de los Gobernadores, el edificio público más viejo de Estados Unidos, sólo 10 años posterior a cuando Santa Fe (la capital de estado más antigua) fue fundada en 1610 sobre las ruinas de un antiguo asentamiento indio. Sus pórticos están llenos de vida.
Me pareció ver un lindo gatito...
En definitiva, que Santa Fe es plenamente recomendable, pero yo ahora pongo rumbo Sur hacia la próxima parada: ALBUQUERQUE.
Ya en el centro de la ciudad aquí vemos a unos lugareños...
Aquí una pareja, ya talluditos para andar tonteando en el muro.
Las Oficinas del Ayuntamiento en la Plaza Cívica.
La Ruta 66 pasa por el medio de Albuquerque. Aquí el reloj de la Avenida Central.
Y frente a él se encuentra el Nick´s Crossroads Cafe.
Detalle de la decoración con azulejos, una mezcla especial de Art Decó y el estilo llamado "Pueblo Revival" (mezcla mexicano-nativa modernizada).
Cuando vuelvo a la moto hay un tío con pinta de chulo esperándome...
Voy hacia la parte vieja de la ciudad y de camino encuentro barrios enteros de casas de adobe como estas, es decir que realmente se sigue construyendo y viviendo así hoy día en plena ciudad norteamericana.
La Old Town Plaza, "la plaza".
En ella destaca la Iglesia de San Felipe Neri.
De vez en cuando me encuentro uno de estos bichos enormes, desproporcionados...
En la plaza hay diversos comercios de arte nativo, en éste caso de los indios Zuni y Navajo.
Old Town Emporium.
Patio mexicano con fuente también de adobe.
Sigo ruta y a última hora de la tarde llego a GALLUP, la llamada capital india de Estados Unidos ya que es el corazón del territorio indio en medio de las diversas reservas de nativos americanos (Navajo, Hopi, Zuni, Anasazi...).
El Hotel el Rancho es muy famoso porque en él se han alojado las más grandes estrellas de Hollywood durante los rodajes de los westerns americanos que se hacían en la zona.
Sigo ruta y a última hora de la tarde llego a GALLUP, la llamada capital india de Estados Unidos ya que es el corazón del territorio indio en medio de las diversas reservas de nativos americanos (Navajo, Hopi, Zuni, Anasazi...).
El Hotel el Rancho es muy famoso porque en él se han alojado las más grandes estrellas de Hollywood durante los rodajes de los westerns americanos que se hacían en la zona.
Obvio decir que el precio del hotel es prohibitivo pero no preocuparse porque justo a unos 100 metros hay varios moteles más asequibles para dormir por una cuarta parte.
Como la habitación del motel tenía cocina compré un poco de comida en un supermercado y fue una sensación muy extraña por unos momentos ser el único "blanco" del establecimiento. La verdad es que la gente va vestida exactamente igual que aquí (tampoco un turista esperaría encontrarnos vestidos de "pastorets" o "flamenca", ¿no?), pero sus caras redondas y grandes, su pelo negro y estirado, y hasta las coletas en los chicos, denotan claramente su origen étnico.
Al salir del súper pasa una furgoneta pick up con algunos jóvenes haciendo trompos y gamberradas varias al grito de guerra típico de los indios de las películas (ese que hacíamos de pequeños con la mano en la boca y que los colonos que estaban acojonados con las carretas en círculo oían poco antes de que les arrancaran las cabelleras). Verídico oiga. De macarras los hay en todas partes...
Y así acabó este día, en el corazón de las naciones nativas americanas.
Como la habitación del motel tenía cocina compré un poco de comida en un supermercado y fue una sensación muy extraña por unos momentos ser el único "blanco" del establecimiento. La verdad es que la gente va vestida exactamente igual que aquí (tampoco un turista esperaría encontrarnos vestidos de "pastorets" o "flamenca", ¿no?), pero sus caras redondas y grandes, su pelo negro y estirado, y hasta las coletas en los chicos, denotan claramente su origen étnico.
Al salir del súper pasa una furgoneta pick up con algunos jóvenes haciendo trompos y gamberradas varias al grito de guerra típico de los indios de las películas (ese que hacíamos de pequeños con la mano en la boca y que los colonos que estaban acojonados con las carretas en círculo oían poco antes de que les arrancaran las cabelleras). Verídico oiga. De macarras los hay en todas partes...
Y así acabó este día, en el corazón de las naciones nativas americanas.
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