DÍA 50: "CUL-DE-SAC"

07-09-2012

LINCOLN - (White Mountains) - CONWAY -  LYNDON - (Canadá) - QUEBEC - St  Germain de Grantham (717 km)



















Amanecí un día más dentro del maletero del Ford Fiesta y, como no, con todos los huesos resquebrajados... 

Aquí una vista de mi lujosa suite del Ford Hilton.



Y sin tiempo ni ocasión de lamentos, palante como los de Alicante...




 
Desde Lincoln empiezo una de las rutas motociclistas más notables de Nueva Inglaterra, la Kancamagus Highway que atraviesa las famosas White Mountains.



Efectivamente, me crucé con bastantes moteros pero ya se sabe que cuando vas en coche eres un paria más, aunque a veces se te escape la mano para saludar haciendo la "V".


El río no bajaba demasiado lleno.


La verdad es que viniendo de atravesarme el Yukon y Alaska inevitablemente las White Mountains me decepcionaron un poco pues aunque siempre es agradable estar en naturaleza, en realidad estas montañas no tienen nada de extraordinario diferente de lo que ya tenemos aquí en casa...


La Kancamagus acaba en el pueblo turístico de CONWAY...


... donde los yanquees se entretienen con el fútbol americano en el parque.


Los colores de la decorada estación de ferrocarril me recordaron y trasladaron por un momento a la Catedral de Granada en Nicaragua que vimos el dia 14 de éste viaje.


¿A que sí?



Un pequeño "General Store" como el de las películas del Oeste, donde los mineros y los colonos compraban desde un pico o un cartucho de dinamita hasta un caramelo o una onza de chocolate para sus hijos...


Y salimos de Conway dirección Noroeste para lo cual volveremos a atravesar las White Mountains ahora un poco más al Norte.





En realidad las White Mountains forman parte de los famosos Montes Apalaches, la gran cordillera norteamericana del Este. Ésta zona, bastante turística, se corresponde con el Parque Nacional de Crawford Notch.


Cerca del Mount Washington me encuentro con la elitista villa de Bretton Woods.


Cuyo Resort es un conocido refugio vacacional para archi-ricos.


Bretton Woods es uno de aquellos nombres que te suenan de oírlo en el telediario y no sabes por qué ¿verdad? Pues ya te lo cuento yo. Lo que te suenan son los "Acuerdos de Bretton Woods" una famosa e importante Conferencia Internacional en la que se constituyeron el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial que darian estabilidad a la economía mundial de postguerra.


Y para ello todos los Jefes de Estado se alojaron exactamente aquí:


Yo sigo dirección Norte hasta que se me acaba New Hampshire y entro en el

VERMONT STATE (26)



Como ya me pasó en la Costa Oeste americana, aquí en la Este también a medida que uno va hacia el Norte y se acerca al Canadá las ciudades son más escasas y sólo se encuentran pequeños pueblos de vida apacible y tranquila.


En concreto estamos en el pueblecito de LYNDON, del cual sólo destacan su par de iglesias.




En determinado momento llego hasta el Paralelo 45º Norte, es decir a medio camino geográfico exacto entre el Ecuador y el Polo Norte.


Y no mucho más allá se nos acabarán los Estados Unidos. Por cierto, como había tenido la  precaución de exigir seguro del coche para Canadá pasé sin problemas la frontera canadiense a la altura de Derby Line, una ciudad que en realidad está partida entre ambos Estados con todos los problemas no sólo burocráticos sino de simple funcionamiento diario que eso implica (empezando por avisar a la policía aduanera cada vez que vas a visitar a los vecinos de enfrente..). Si os interesa éste tema curioso aquí tenéis una muy buena descripción:


Una vez pasada pues la frontera, entro en   


QUÉBEC (Canadá)



Las tierras del Norte de éste continente habían estado ocupadas por múltiples tribus indígenas, entre las cuales las "Primeras Naciones", los Esquimales y los Metis. 

Sobre el año 1000 los Vikingos establecieron una colonia en Terranova, pero la cosa no funcionó.

Ya en plena fiebre "descubridora" los Europeos empezaron a aparecer por la zona, en concreto con Giovanni Caboto (1497) recorriendo la Costa Atlántica para la Corona Inglesa, y años más tarde Jacques Cartier (1534) hizo lo mismo para Francia. 

Pero no fue hasta 1603 que se empezaron a esteblecer los primeros asentamientos permanentes y en concreto los franceses se instalaron mediante Samuel de Champlain en el Valle del Río San Lorenzo (fundando la ciudad de Québec) y los Grandes Lagos, en los territorios llamados entonces Nueva Francia. Por su parte los ingleses se establecieron algo más al Sur, en las 13 colonias de Nueva Inglaterra como vimos días atrás.  Y más abajo todavía estaban los Holandeses del Río Hudson (en Nueva Amsterdam, más tarde Nueva York).

Pero no hay que olvidar que en toda esta zona Norte en la que hoy estamos ya habían varias Naciones Indias, como las de los Iroqueses, con los que no tardarían mucho los franceses en entrar en guerra especialmente con motivo del control del comercio de pieles y debido también a las políticas francesa y inglesa de ayudar a los respectivos enemigos del otro, como seguro recordaréis por ejemplo en la película "El Último Mohicano", en la que los Hurones luchaban junto a los franceses contra los ingleses, pues por muy grande que fuera el Continente era sólo cuestión de tiempo que todas las potencias coloniales se enfrentaran para establecer sus límites.

Tras varias guerras y tratados prácticamente todo el territorio quedó bajo dominio de la Corona Inglesa, aunque algunas zonas como la que se corresponde con el actual Québec tenían la población, lengua y tradiciones francófonas, hasta el punto de que con los años se tuvo que respetar su religión (católica y no anglicana), su lengua (francés y no inglés) y hasta se les permitió conservar su propio Parlamento.

Con la Guerra de Independencia Americana Inglaterra perdió gran parte de sus colonias en Norteamérica y le quedó solo la parte Canadiense, de modo que la frontera se marcó en el Río San Lorenzo y los partidarios de Inglaterra que perdieron la guerra emigraron de USA hacia el Norte, hacia lo que hoy es la Región de Ontario. Así pues la región canadiense quedó por un lado con una zona claramente anglófona y por otro con otra claramente francófona a pesar de estar ambas unidas en una Colonia Británica hasta que el Canadá finalmente también se independizó.

Por todo ello el Québec actualmente forma parte de Canadá a pesar de estar reconocido por el mismo su estatus de Nación. Como seguro sabéis se han realizado dos referéndum sobre su Independencia hasta ahora sin mayoría a favor (en el último se quedaron en el 49,6%), con lo cual no es muy descabellado imaginar que seguramente en pocos años será un nuevo Estado Internacional Independiente.

De hecho, la propia matrícula de Québec reza "je me souviens" (yo me acuerdo) en relación al compromiso quebequés de defensa de su cultura, su idioma (variante del francés) y sus tradiciones, frente a aquellos momentos históricos en que fueron reprimidos y se intentó su asimilación inglesa.




Al revés de lo que pasó hace unos días en el Canadà Oeste (Columbia Británica y Yukon), la entrada ahora al Este del territorio Canadiense significó perder de vista los grandes paisajes para conformarme simplemente con kilómetros y kilómetros de triste autovía para llegar a la ciudad de QUÉBEC, la capital de la región de Québec.

Se da la circunstancia de que Québec es la única ciudad amurallada de Norteamérica al Norte de México fruto de las diversas luchas anglo-francesas que hemos visto, y su centro urbano tiene un marcado carácter histórico hasta el punto que parece que se haya detenido el tiempo en el siglo XVIII.



Cuando llegué, el caos circulatorio era notable con el centro ciudad cortado al tráfico porque se estaba realizando una competición ciclista mientras los espectadores se la miraban tranquilamente sentados en los muchos bistros y restaurantes de la avenida principal (ambas aficiones (ciclismo y gastronomía) muy francesas...).




El colorido Teatro-Cabaret Le Capitol.


Las Seis Musas modernas (las griegas eran nueve) de las llamadas Seis Bellas Artes Clásicas (pintura, escultura, arquitectura, música (incluye el teatro), danza y declamación (incluye la poesía)). Es por ello que al Cine se le llama el Séptimo Arte (anda, se sincero contigo mismo y reconoce que no lo sabías... jajaja).





Unos curiosos pájaros revolotean alrededor de la fuente.




La Catedral de Ste. Trinité fue la primera Catedral Anglicana construida fuera de las Islas Británicas, con diseño puramente inglés.


Incluso los bancos se construyeron con madera importada a posta de los Reales Bosques de Windsor...


Éste es el trono llamado irónicamente "King's Bench" (el trono del rey), ya que en más de 200 años de historia nunca lo ha visitado ningún rey (si príncipes, princesas, papas, gobernantes, etc), circunstancia que durante el período colonial británico a los leales súbditos ingleses les podría parecer un cierto desprecio por parte de su soberano. 



Sé "Guay como un Alce", jajaja.


El Hotel de Ville es el espectacular Ayuntamiento de Québec.


La Rue du Tresor es el refugio de los artistas locales.


Notable edificio del Ministerio de Finanzas.



Y ya al fondo aparece lo más destacable del Québec actual, el fabuloso Chateau Frontenac.


 Parece un castillo de cuento de hadas en medio de la ciudad.


Pero tiene truco... en realidad es un hotel construido a principios de siglo.


Un "Cul-de-Sac (culo de saco), es lo que entendemos como un callejón sin salida, ya sea a efectos de tráfico rodado como aquí, o tratándose de un problema sin solución o desarrollo.


Arriba en la Ciudadela de defensa encontramos la estatua de Pierre-Du-Gua-de-Mons, explorador y comerciante francés nombrado por el Rey de Francia Enrique IV Teniente General de Nueva Francia, y que protagonizó varias expediciones coloniales, además de ser quien envió a Samuel de Champlain a fundar Québec.


Y desde aquí arriba tenemos la mejor vista.


Québec fue amurallado porque domina el estuario del Río San Lorenzo, que es el que conecta los Grandes lagos con el Océano Atlántico (pasando por Toronto, Montreal, etc), y por tanto su importancia estratégica era lógicamente crucial en la guerra franco-inglesa, tanto que el propio río acabaría siendo parte de la frontera entre USA y Canadá.


Una simpática ardilla.


El propio Samuel de Champlain, fundador de Québec.


Aunque el Chateau Frontenac sea moderno, se ha ganado un espacio muy destacado en la iconografía de Québec y ha pasado por mérito propio a ser su edificio más característico y fotografiado.


La Terraza Dufferin que está a sus pies es el lugar preferido por los Quebequeses para pasear a orillas del Río San Lorenzo.


Además de los cañones de defensa de la ciudad, aquí vemos un obelisco dedicado al Marqués de Montcalm, lo cual no deja de ser curioso porque precisamente por su culpa Francia perdió más de la mitad de Norteamérica a manos británicas. En resumen, las fuerzas francesas habían cosechado muchas victorias contra los británicos porque su infantería se basaba en el estilo indio de lucha de guerrillas, pero cuando Montcalm tomó el mando se empeñó en no aprovechar su ventaja sobre el enemigo (retirándose a veces incluso tras una victoria), y finalmente quiso salir a luchar a campo abierto al estilo tradicional al que sus hombres no estaban acostumbrados, lo cual acabó con su muerte y la rendición de la ciudad a manos inglesas.



Empezamos a descender hacia la parte baja de la ciudad por la empinada cuesta de la Calle Cote de la Montagne y frente al edificio de Correos se yergue la estatua del Obispo Laval-Montmorency, primer Obispo de Québec y fundador de su Universidad, y a quien vemos en la estatua "convirtiendo" a los indios...


Y llegando a la parte baja descendemos la famosa "Escallier Case-Cou", es decir la "escalera de romperse el cuello" que da a la calle comercial Petit Champlain.



El paseo por la parte baja es muy agradable y por unos momentos creemos estar en cualquier ciudad de la misma "Madre Francia".



Miauuu.


A veces conseguir un ambiente agradable es bien sencillo...


El Tour Gourmand de Quebec. Es bien sabido que el mayor vicio y virtud al mismo tiempo de los quebequeses es su pasión por el buen comer y beber, como buenos francófonos que son, y aquí se une de nuevo con la afición por el ciclismo...


Precioso mural en el lateral de una casa, ya casi al final de Petit Champlain.



Una religiosa cuida con mimo un pequeño jardín presidido por la imagen de la Virgen. El corazón ardiente encadenado en la cruz es más que curioso........


Aquí en la parte baja encontramos la Rue du Cul-de-Sac.


En cuyo fondo vemos la llamada Maison Chevalier.



Es una callejuela animada con restaurantes y colorido, aunque en la actualidad ya no es un callejón sin salida.


Si te quieres ahorrar la cuesta puedes volver a la parte alta de la ciudad con el Funicular du-Vieux-Québec (en éste sentido muy parecido al que hay en Zagreb, la capital de Croacia).


La Plaza Royale, donde se instaló la primera colonia quebequesa, fue luego en su día el centro financiero y comercial de Québec.


En uno de los lados, la plaza es dominada por la Église du Notre-Dame-des-Victoires, que se construyó para celebrar dos victorias armadas contra los angloamericanos que habían sitiado Québec en varios momentos históricos.


Una de las victorias conmemoradas es la de Nuestra Señora que se consiguió con la supuesta ayuda divina al montarse una enorme tormenta en el Golfo de San Lorenzo que destruyó la enorme flota británica que sin duda habría tomado Québec, es por ello que en la Iglesia hay colgada del techo ni más ni menos que la enorme maqueta de un navío de guerra.



Y en el centro preside la Plaza Royale un busto de Luis XIV, el Rey Sol de Versalles.




Al caer la tarde, saliendo ya de Québec me encuentro el "Coin de la Patate..." Sin comentarios...jajaja.



Y voy tirando desandando el camino por la autovía hasta que ya de noche aparqué el Ford Fiesta cerca de una gasolinera a la altura de Saint Germain de Grantham, donde a regañadientes tuve que autoconvencerme que pasar mi tercera noche seguida en el duro suelo del maletero del coche era justamente lo que me convenía...





No hay comentarios:

Publicar un comentario